El repaso de la política en España

La política de España ha sido una de las más complejas y cambiantes de Europa. Desde la unión de los reinos peninsulares en el siglo XV hasta la actual monarquía parlamentaria, España ha vivido momentos de esplendor y de crisis, de estabilidad y de conflicto, de integración y de diversidad.
Los orígenes de la política española se remontan a la Edad Media, cuando los reinos cristianos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada se enfrentaron a la presencia musulmana de al-Ándalus. La Reconquista, que culminó en 1492 con la toma de Granada, supuso la consolidación de la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, que se unieron dinásticamente por el matrimonio de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Esta unión, que no implicó una fusión política ni administrativa, dio lugar a lo que se conoce como Monarquía Hispánica, un conjunto de territorios bajo la autoridad de un mismo rey, pero con leyes, instituciones y privilegios propios.

La Monarquía Hispánica se expandió por América, Europa y Asia, convirtiendo a España en una de las potencias mundiales de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, la política española también tuvo que afrontar numerosos desafíos internos y externos, como las guerras de religión, las rebeliones de los comuneros, los catalanes y los portugueses, la crisis económica y social, la decadencia militar y diplomática, y la competencia de otras naciones emergentes. El siglo XVIII supuso un intento de modernización y centralización de la política española, bajo el impulso de los Borbones, que introdujeron reformas administrativas, económicas, culturales y militares. Sin embargo, la política española también se vio afectada por las guerras sucesorias, las invasiones francesas y británicas, y el proceso de emancipación de las colonias americanas.


El siglo XIX fue un periodo de profundos cambios políticos, sociales y culturales en España. La invasión napoleónica y la Guerra de la Independencia provocaron el surgimiento de las Cortes de Cádiz, que elaboraron la primera Constitución española en 1812, de carácter liberal y progresista. Sin embargo, la política española se vio marcada por el enfrentamiento entre liberales y absolutistas, que desembocó en tres guerras civiles, conocidas como las Guerras Carlistas. La política española también experimentó la alternancia entre moderados y progresistas, la regencia de María Cristina y de Espartero, el reinado de Isabel II, la revolución de 1868, el efímero periodo de la Primera República, la restauración de la monarquía con Alfonso XII y Alfonso XIII, y la pérdida de las últimas colonias en 1898.


El siglo XX fue el más convulso y dramático de la política española. La crisis de la Restauración y el descontento social desembocaron en la proclamación de la Segunda República en 1931, que supuso un intento de democratización y modernización de España, pero que también generó fuertes tensiones políticas, sociales y territoriales. La política española se polarizó entre izquierdas y derechas, entre republicanos y monárquicos, entre nacionalistas y centralistas, entre reformistas y revolucionarios. El golpe de Estado de 1936, liderado por el general Franco, desencadenó la Guerra Civil Española, que enfrentó a los bandos republicano y nacional, y que se saldó con la victoria de este último y el establecimiento de una dictadura militar que duró hasta 1975. La política española durante el franquismo se caracterizó por la represión, el aislamiento, el nacionalcatolicismo, el desarrollismo y el tardofranquismo.


La muerte de Franco en 1975 abrió un proceso de transición democrática, que supuso la restauración de la monarquía con Juan Carlos I, la aprobación de la Constitución de 1978, que estableció un Estado social y democrático de derecho, una monarquía parlamentaria y un Estado de las Autonomías, y la celebración de las primeras elecciones democráticas en 1977. La política española se normalizó e integró en el contexto europeo e internacional, con la entrada en la OTAN en 1982 y en la Unión Europea en 1986.

La política española también vivió momentos de crisis, como el intento de golpe de Estado de 1981, el terrorismo de ETA, la corrupción, el paro, el desencanto y la desafección ciudadana.
El siglo XXI ha supuesto nuevos retos y oportunidades para la política española. La política española ha tenido que afrontar los efectos de la globalización, la crisis económica, la crisis territorial, el cambio climático, la inmigración, el envejecimiento, la digitalización, la pandemia y la transformación social. La política española también ha experimentado cambios significativos, como la abdicación de Juan Carlos I y la proclamación de Felipe VI en 2014, la emergencia de nuevos partidos políticos, el fin de la violencia de ETA, el auge del independentismo catalán, el aumento de la pluralidad y la fragmentación parlamentaria, y la formación del primer gobierno de coalición de la democracia.
La política española, por tanto, ha sido una historia de luces y sombras, de avances y retrocesos, de consensos y conflictos, de continuidades y rupturas. La política española ha reflejado la diversidad y la complejidad de la realidad española, y ha condicionado su presente y su futuro. La política española, en definitiva, ha sido y es una historia viva, una historia que se sigue escribiendo cada día.

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